Thursday, November 17, 2005


Cómo se hizo millonario el primer Jedi
George muchas lucas
Las distribuidoras le cerraban las puertas en la cara. Sus amigos cineastas se reían de sus galaxias lejanas. Calificado como “pantomima high-tech”, el imperio de George creció y sólo con las chucherías asociadas a Star Wars se convirtió en millonario antes de cumplir 30. Acá la historia del cineasta-empresario más idolatrado y odiado de Hollywood.
Franco Fasola
Nacion Domingo

“Todos sabemos el desastre que hicimos con el mundo, lo mal que estuvimos en Vietnam, lo idiotas somos y qué corrupto está todo. Lo que necesitamos aquí es algo más positivo”. Con esa filosofía George Lucas estrenó el 25 de mayo de 1977 Una Nueva Esperanza, la primera parte de la Guerra de las Galaxias.
Con muchas dudas y luchando contra el tiempo, aparecían los créditos que se perdían en el cyber-espacio. La película de mística-infanto-épica reventó la taquilla. El mito estaba lanzado en las pantallas con subtextos simples y directos a la quijada: rebeldes versus imperio. Malos contra buenos. Todo, en una galaxia muy, muy lejana.
Algunos años antes, en 1967, George Walton Lucas Jr -nacido el 14 de mayo de 1944 en Modesto, California- comenzaba su carrera cinematográfica con THX 1138, filme que iniciaba su acercamiento a la ciencia ficción, género que siempre amó, y que terminó con un estrepitoso fracaso. El director de El Padrino, Francis Ford Coppola, quien lo ayudó en la producción, no entendía el sentido de la historia de su amigo.
Cuando la película fue presentada a los más altos ejecutivos de Warner, Coppola -quien junto a Michael Cimino, Martin Scorsese, Steven Spielberg y el mismo Lucas, conformaron el grupo Movie brats que revolucionó Hollywood en los 70- decía del primer experimento de George: “Esto va a ser una obra maestra o una gran masturbación”.
LOS ALBORES DEL IMPERIO
Luego del desaguisado de su primera incursión como director, Lucas se dio cuenta que compartía con Francis una visión independentista respecto a Hollywood y su maquinaria. Fue así como en 1969, los chicos dorados del Movie brats, marcharon a Northern California y fundaron la productora American Zoetrope. Pero uno quería arte y el otro millones. Fue así como en 1971 Coppola apostaba por la mafiosa historia de Vito Corleone y George, ni corto ni perezoso, colocaba la primera piedra de su imperio: Lucasfilm Ltd.
Su primera jugada fue en 1973, cuando coescribió y dirigió American Graffiti, un juvenil éxito de taquilla que estrujaba todos los clichés de la contracultura de ‘ 60 . Lucas tenía 29 años y la película gano el Globo de Oro, cinco nominaciones al Oscar y cuatro millones de dólares netos en ganancias personales.
Clic. Eso fue lo que hizo la cabeza de George luego de American Graffiti. Su mente volvió al momento en que su padre, un empresario muy conservador, le dijo que Hollywood era “la cuidad del pecado” y que el cine era una estupidez. Luego le dijo que, después de todo, iba a volver con las manos vacías. “Nunca volveré. Seré millonario antes de cumplir 30”, respondió él a su progenitor.
La historia recién partía. A la vuelta de la esquina estaba su edulcorada y mejor guardada sorpresa. El mix incluía Tolkien, filosofía oriental, mega tecnología, western y Flash Gordon revisitado. Luego de ayudar a su amigo Coppola en la génesis de Apocalysis Now -Francis compró finalmente los derechos de esa película- Lucas tenía dos opciones: vender el concepto Guerra de las galaxias al gigante Fox o buscar un empleo.
Seguro estaba de su éxito. Yoda, Luke y Darth Vader ya estaban instalados en su mente. Renegoció su contrato con la distribuidora de American Graffiti. No pidió aumento de sueldo, solo quería quedarse con los ingresos de la banda sonora, los derechos de las secuelas y el merchandising que rodeara a la película.
En Fox pensaron que a Lucas se le había rodado un tornillo. Pero no. Por esos días George decía que estaba realizando la película más convencional que podía hacer. “Esto es al estilo Disney. Todas las películas de Disney recaudan 16 millones de dólares, así que ésta va a recaudar 16 millones. Costará diez, así que voy a perder dinero en el estreno, pero espero ganar más con los juguetes”.
EL MITO GALÁCTICO
Londres. Grabaciones de Una nueva esperanza. El orgulloso George gritaba y mandaba a las casi 100 personas que trabajaban en la producción de su parafernálica apuesta. Se necesitaba tecnología que no existía, cámaras que no existían. Sus subordinados ingleses tomaban el té religiosamente dos veces al día. El escuálido presupuesto temblaba y Harrison Ford, su mercenario capitán Solo le decía: “George, tú puedes escribir esta mierda, pero seguro que no la puedes decir”.
Todo iba mal. Sus amigos del Movie brats se rieron y destrozaron la primera versión sin efectos especiales. Su esposa lloraba. Pensaba que tendría que volver a mantener a George, tal como en la época de THX 1138. A esas alturas, el único que seguía confiando en el éxito de la fórmula Lucas era Steven Spielberg, con quien trabajaría luego en otra saga: Indiana Jones. “George es genial. Va a recaudar 100 millones de dólares”, apostaba el director de Rescatando al soldado Ryan.
Desde esa época, la aventura que pintaba para desastre ha generado ­- sin contar La venganza de los sith- más de 3 mil 400 millones de dólares en taquilla mundial, 9 mil millones de dólares en ventas de productos y 130 millones de dólares en la venta de dvds.
El resto es historia. Este jueves se estrenó mundialmente la sexta entrega de la saga que hizo rico, idolatrado y odiado a Lucas. Desde el Yoda que se parecía más a la rana René en la primera trilogía, pasó a tener más de 2300 escenas con sofisticados efectos especiales en el Episodio III. Según la revista Forbes, la fortuna personal de George se calcula en unos 3 mil millones de dólares. Hace las películas que quiere y emplea a Fox para la distribución. Ahora ya no necesita convencer a su padre de que el cine es una estupidez. LCD

No comments: