Wednesday, January 17, 2007


Eva Green, la francesa que le roba el corazón al agente 007
Los encantos de la nueva chica Bond
En los libros de Ian Fleming, Vesper Lynd es la primera mujer de la que se enamora James Bond. Conozca a la actriz francesa de 26 años que se roba la película en “Casino Royale” y que fue definida por Bernardo Bertolucci como “tan bella que es indecente”.
Franco Fasola
La Nación

Mientras en el mundo ya está dando vueltas, en Chile “Casino Royale 007”, la cinta número 21 de la saga del agente británico, será estrenada el 7 de diciembre.
Y aunque el debut del actor Daniel Craig en reemplazo del último Bond, Pierce Brosnan ha logrado captar toda la atención, con el pasar de los días, la actriz francesa Eva Green, que interpreta a Vesper Lynd, una oficial de la Secretaría del Tesoro que jugará Bond en el póquer, se roba la atención.
Basada en la primera novela de Ian Fleming sobre las aventuras del agente secreto, “Casino Royale” es el regreso a las catacumbas de la carrera de Bond. En ésta, la que sería su primera misión como el agente 007, Bond debe llegar hasta Le Chiffre-interpretado por Mads Mikkelsen-, el banquero de los terroristas del mundo.
Para detenerlo, Daniel Craig debe derrotar a Le Chiffre en un ultra millonario juego de póquer en el Casino Royale.
No convencional
Y es allí donde Eva Green entra al baile. La francesa de 26 años, de padres actores y que debutó en el cine el 2003 junto a Bernardo Bertolucci en “Los soñadores”, encarna a Vesper Lynd, quien le entrega la apuesta para el juego y cuida el dinero del gobierno. Sin embargo, como Bond y Vesper sobreviven a los ataques de Le Chiffre y sus secuaces, se desarrolla una atracción mutua que los llevará a un peligro todavía mayor, que marcarán la vida de Bond para siempre.
“Vesper no es la clásica chica de Bond, en bikini, sexy y disparando armas”, dice la francesa Eva Green.
En la novela de Fleming, Vesper Lynd es la primera chica de la que se enamora el agente 007 y por quien finalmente se siente traicionado, como explica Green: “Es la primera mujer de quien escribió Ian Fleming y tiene un gran impacto en la vida de Bond. Ella es la raíz de todas las mujeres de Bond y explica por qué él se comporta de la manera en que lo hace con todas las mujeres”.
Descrita por el director ganador del Oscar, Bernardo Bertolucci, como “tan bella que es indecente”, Eva, quien también protagonizó “Cruzadas” de Ridley Scott, piensa que Vesper Lynd “es como una esfinge, es inteligente, insolente y sumamente ingeniosa, pero también muy vulnerable”.

ENTREVISTA A GABRIEL SALAZAR, PREMIO NACIONAL DE HISTORIA
El historiador de los perdedores
Entre el galardón que acaba de ganar y los combos que le ofreció el empresario Max Marambio, cuando le quitaron todo poder en la Arcis, está este profesor que habla en el mismo lenguaje que sus alumnos y cuyo padre fue lavaplatos en el Club de la Unión. Salazar vive en La Reina, compra en el Jumbo y dice que “la lucha de clases ya no está en la calle, sino dentro de cada uno”.
Franco Fasola
Nación Domingo
Por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, donde los chascones estudiantes de Historia comen pan con palta e instalan una feria donde venden discos y libros, se pasea Gabriel Salazar (70), quien acaba de recibir el Premio Nacional de Historia por la incorporación de los excluidos al devenir histórico.
Si el premio se lo hubiesen entregado en otro momento, Salazar estaría rodeado de sus alumnos de la Universidad Arcis, pero la historia no dirá eso. Según cuenta el autor de “Labradores, peones y proletarios”, este año el empresario y amigo de Fidel Castro, Max Marambio, dio un sorpresivo golpe de Estado para controlar toda la universidad. “Reventaron a Tomás Moulian, a Jorge Arrate, cambiaron a los vicerrectores. Todo esto a través de métodos muy poco dialogados. Hubo criterios empresariales, pero con métodos que te recuerdan el stalinismo”. Incluso lo culparon de agitar las masas e incentivar las movilizaciones que bloquearon hace un tiempo a la Arcis.
“Ellos quedaron muy molestos cuando les dije que sus métodos eran propios del gangsterismo de izquierda. Hasta el día de hoy eso les duele”, piensa Salazar, quien hace un tiempo fue despojado del cargo de Decano luego de 21 años de trabajo, ofreciéndole hacer clases boleteando y por semestre.
“Incluso Max Marambio, en plena reunión de directorio, me amenazó con botarme todos los dientes. Fue una cosa de locos”, recuerda.

HIJO DE UN LAVAPLATOS
Hijo de Benito y Laura, su padre era cargador de sacos de trigo en un Fundo de Colchagua. Las malas condiciones laborales lo trajeron a Santiago, donde el padre del propulsor de la historia social lavó platos en el Club de la Unión, fue ascensorista en el edificio de Gath y Chávez y copero en casas de familias distinguidas. Criado en una población de Vivaceta y rodeado de potreros que se fueron llenando de poblaciones callampa, cerca de la cárcel y la isla de los hampones del Mapocho, se fue forjando este hombre que fue el único en su familia en estudiar en la universidad.
Hoy Salazar vive en la comuna de La Reina y hace sus compras en el farandulero Jumbo de Bilbao. “Ni tonto para ir a otra parte. Según el cuerpo B de “El Mercurio”, que es el único que no miente, porque es Economía y Negocios, ese supermercado es el que más vende en Chile”.
-¿Cómo es su relación con la modernidad neoliberal?
-Ir al Jumbo o al Homecenter no dice nada sobre los problemas de relaciones humanas que se están viviendo. Meter Plazas Oeste, supercarreteras y Lider por todas partes está ocultando la miseria de las relaciones. Y la pobreza no pasa por tener o no televisor o auto: pasa por tener o no tener futuro. Las cosas se pueden conseguir. Lo terrible es no saber si vas a contar con cobertura de salud cuando estés más viejo. Eso es lo que el PNUD llama ese “malestar subjetivo de la ciudadanía”-, dice Salazar mientras recuerda a su hijo, un ingeniero químico con doctorados en Inglaterra y que aquí no tiene trabajo.
-¿La falta de futuro es la gran característica de nuestras clases populares del siglo XXI?
- Yo creo. Es la inseguridad del futuro. En Chile hay un setenta por ciento de pobres en función del futuro que tienen. Eso te obliga a estar husmeando en todas direcciones y por eso hay un 48 por ciento de neuróticos en este país.
-¿Ve televisión?
-Veo tele. Comienzo a verla con los noticiarios de las nueve. No creo que sea un medio rector de las relaciones humanas. Es cierto que induce ciertas actitudes como la moda, pero no de las relaciones, que se tejen por las condiciones reales de tu vida: tu tipo de trabajo, si tienes recursos suficientes para financiar tu familia, si eres un buen proveedor, que tus hijos te respeten y que logres una compañera ideal. Si tú eres exitoso en eso, entonces te das el gusto de ser generoso con otros. La tele es una vía de escape que te entretiene y te hace olvidar un poco tu verdadera realidad.

GOBIERNO CIUDADANO
-¿Como ve el paradigma del gobierno ciudadano que presenta Michelle Bachelet?
- Creo que tiene mucho sentido simbólico. La ciudadanía tiene muy poca credibilidad en la política y por eso busca soluciones por sí misma. La sociedad civil y los sectores más afectados por este modelo, están tomando decisiones propias por su cuenta y riesgo. Lo que hace Bachelet es simbólico, porque su discurso de fondo prioriza llamar a las comisiones que ella designa. Son discursos con buenas intenciones, pero que a la larga son fariseos. Hay una participación consultiva, que no surge espontáneamente. Y mientras funcionan estas comisiones, a las movilizaciones ciudadanas nadie les da boleto.
-¿Qué pasó con la lucha de clases? ¿existe todavía?
- Antes el conflicto era tan objetivo y estructural que se daba en la calle. Hoy, el gallo que no encuentra pega tiene el conflicto adentro, porque lo asume como un fracaso personal. Eugenio Tironi alguna vez dijo que ya no había lucha de clases, pero el asunto es más complejo. La lucha de clases ya no está en la calle, está dentro de cada uno. El conflicto hoy está entre el individuo y el mercado.
-En Chile la historia está escrita por los ganadores, pero usted la estudia desde los perdedores ¿siente que el premio de alguna manera legitima su punto de vista?
-Los ganadores escriben la historia y establecen un patrón clásico que después se reproduce. Los que se han planteado desde la perspectiva de los perdedores siempre son criticados por no ser objetivistas, que no hacen ciencia. Yo he sido muy cuidadoso en escribir la historia de los perdedores como ciencia objetiva.

UNIVERSIDAD CÁRCEL
Y Salazar sabe ser un perdedor. Detenido en Villa Grimaldi, Tres y Cuatro Álamos entre 1975 y 1976, dictó un curso de Historia a prisioneros tan notables como José Zalaquett y José Carrasco, que luego se convertiría en “El desarrollo del capitalismo en Chile”. “Eran como 15 o 20 personas. Hacíamos las clases mañana por medio, se tomaban apuntes. Yo estaba lleno de información nueva y ellos me sugirieron hacer un texto. Carrasco me pasó una máquina de escribir chica y cuando apagaban las luces, me ponía una frazada en la cabeza y escribía”.
-¿Por qué lo detuvieron?
- Estaba conectado con la cúpula del MIR. El comité central, integrado por Nelson Gutiérrez, Andrés Pascal Allende y casi toda la comisión política estaban viviendo juntos los tontos, en una parcela de Malloco. Un informe que hice fue interceptado, torturaron a la gente que vivía en mi casa-buzón, luego me detuvieron y me torturaron.
- ¿Cómo lo afectó la experiencia de la tortura en su trabajo posterior?
-Lo que más me marcó fue lo absurdo de toda la situación. Más que el dolor, el absurdo que alguien te tenga amarrado en un catre de fierro y te esté pateando. Es una locura humana. La tortura sirvió para conocerme a mí mismo ¿cachai? Hasta donde puedo resistir, qué grado de dignidad tengo y luego cómo integrar toda esa experiencia en tu personalidad de manera que sea positiva. El doctor Patricio Bustos me enseñó, en la misma Villa Grimaldi, que la mejor manera de superarlo era ayudando a los otros. Eso me impactó profundamente. Fue como renacer.
David Rosenmann-Taub, poeta desaparecido en acción
La muerte le sienta bien
Su obra yace en un cofre en el fondo del mar. Vive en Estados Unidos, considerado como un genio pero en su país, pocos saben quién es. Muchos lo postulan al Nacional de Literatura pero a él, poco le importa. Por estos días prepara País Más Allá, lo último de su enigmática poesía.
La Nación
Franco Fasola

“Cómo me gustaría jamás haber nacido,
libre de lo de ayer, jamás haber nacido,
dejar correr el tiempo, jamás haber nacido (…)
Para no recordarme, para no volver nunca,
Dios mío, yo creyera en ti para no ser...”
De su poema “Ciénaga”


In-ubicable. Desaparecido en acción. Mito viviente. A juicio de Armando Uribe, David Rosenmann-Taub es a quien realmente se le debe dar el Premio Nacional de Literatura pero en Chile nadie lo conoce.
¿Se esconde?

Radicado en Estados Unidos hace más de dos décadas, no sabe ni de círculos ni de premios. No le interesan. Tiene 77 años. Y con su vida, la famosa máxima se cumple: nadie es profeta en su tierra.
A David Rosenmann-Taub parece gustarle el autoexilio. Y aunque la distancia y el tiempo lo han alejado profundamente de Chile, El Mensajero, uno de sus últimos libros, figura como una de las mejores obras poéticas del año pasado. Aunque sus textos son sólo para iniciados. De hecho, abordarlos es tarea titánica. No por nada desde pequeño ha llevado la a veces incómoda chapa de “genio”.

El poeta, nacido en 1927, es hijo de padres polacos. Aprendió a leer al año y medio, y a los tres escribió sus primeros poemas. Su padre Manuel Rosenmann era políglota y lo comenzó a atiborrar de literatura. Su madre Dora Taub, pianista, le enseñó a tocar el instrumento cuando tenía dos años. A los nueve, ya tenía a su primer alumno de piano.

Cuando niño, le dictaba sus ideas a su madre. “Siempre he escrito. Esto del amor por las letras, yo lo explicaría como un matrimonio. Estoy casado con las letras”, cuenta desde Estados Unidos. Durante su infancia, en la que asiste al Colegio Europeo y al Liceo de Aplicación, nacen sus primeras poesías, escritas en los recreos.

Por esos años escribe El Adolescente (revista literaria Caballo de Fuego, 1941) y el primer volumen de Cortejo y Epinicio. Y a partir de allí, todo fue silenciosa creación e ímpetu de erudición: estudió español en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y realizó una serie de cursos en los que intentó atrapar la esencia de la vida: botánica, astronomía, anatomía, inglés, francés, portugués, estética y arte.

Muchos han rotulado de “mísitico” al trabajo de Rosenmann-Taub. Por esa razón no es extraño que la poesía de San Juan de la Cruz y Juana Inés de la Cruz sean medulares en su obra. “Fundamentales para la historia de la poesía, no para mí. En Juan de la Cruz observo lo mismo que en Teresa de Ávila: mente alucinada, de soberana inteligencia, por encima de la vida en el planeta. Juana Inés de la Cruz hizo, en Primero sueño, una imitación de las Soledades de Góngora: lo que en Góngora cumple fines plásticos, en ella cumple fines conceptuales. Más que una poetisa, más que una mujer, ella es una fuerza que embellece cualquier cosa”, contó en una de las pocas entrevistas que ha dado a la prensa, hace ya algunos años.

Cortejo y Epinicio (1949) ganó el premio del Sindicato de Escritores. En 1951, la editorial Cruz del Sur publica Los Surcos Inundados, que obtiene el Premio Municipal de Poesía. Luego de ese auspicioso inicio en las letras nacionales, la senda de Rosenmann-Taub se va haciendo cada vez menos conocida para todos. Su padre enfermó y él se hizo cargo de la familia. Se alejó de los círculos literarios y comenzó a ganarse la vida enseñando música.

En 1973, y mientras caía Allende, la empleada doméstica de su casa robó muchas de sus posesiones. Allí se van sus horas de insomnio. Más de cinco mil páginas manuscritas, sin copia, desaparecieron.

EL VATE

Según la Real Academia Española “vate” significa “adivino, vaticinador”. Ese fue uno de los elementos que motivó a Kenneth Douglas, profesor de literatura de la Universidad de Yale a considerar a Rosenmann-Taub para darle la beca Oriental Studies Foundation. Así podía escribir y dictar conferencias en Nueva York. Era 1976 y allí comienza su etapa de outsider. Pero para Rosenmann-Taub, el significado de vate es aún más amplio que el del diccionario: “cuando la poesía contiene un elemento de conocimiento que va más allá del conocimiento inmediato, donde a través de la voz del poeta está hablando la totalidad del ser humano, se dice vate”.

Así, radicándose en Estados Unidos, David comienza a desaparecer. Aunque cultiva amistad con poetas como Alberto Rubio y Armando Uribe, de quienes opina son “poetas muy dotados, limpios y consistentes amigos”. De ese grupo, se ven pocos. “En Chile, como en todas partes, había individuos que pretendían ocupar todos los sitios, y actuaban como agresivas vedetes. Afortunadamente, existía un grupo, no muy numeroso, de intelectuales con generosidad y curiosidad.
Hernán Díaz Arrieta (Alone), Mariano Latorre, Ricardo A. Latcham, Julio Arriagada, Enrique Molina, Samir Nazal: humanamente, joyas”, decía hace algunos años.

Hoy, desde su destierro voluntario en Estados Unidos, David Rosenmann-Taub, quien es considerado por Uribe “El poeta vivo más importante y profundo de toda la lengua castellana”, habla, en exclusiva para Leer sobre lo que le queda de vida y obra.

-¿Qué opina cuando le dicen que su obra poética está llena de “secretismo”?
-¿Secretismo? Supongo que usted se refiere a “hermetismo”. Le pareceré pretencioso: ¿le diría usted a Einstein: ‘¿Hay algo de “secretismo” en su teoría de la relatividad?’. Para quienes no la entienden, por supuesto. Entender, incluso en qué consiste una ensalada, exige atención, y ésta demanda educación. El lector desatento encontrará hermético cualquier texto, o, peor, creerá haberlo entendido.

-En su poesía, ¿qué es más importante, el sonido o el fondo?
-Alteraré un poco la pregunta: ¿qué es más importante, la forma o el fondo? El fondo implica sustancia. Esta misma pregunta usted se la podría hacer a un músico: “¿qué es más importante: lo que suena o el fondo?” “Bueno”, le diría, “lo que pasa es que el fondo suena”. Aparentemente, forma y fondo son dos cosas. En realidad, se trata de una. Lo que no tiene fondo es sin valor y sin función. Todo es para el sentido. La poesía, cuando lo es, expresa el saber en la forma más esencial. Poesía, para mí, es saber con exactitud. Saber, es decir, crecer. De lo contrario, para qué la poesía.

-¿Cómo ha influido su cercanía con la música en sus poemas?
-A mí la música y la literatura no me influyen. Es mi experiencia diaria, mi contacto, fácil o difícil, con la existencia lo que me motiva a escribir. Leer algo que me entusiasma, me lleva a leer más, no a escribir. El vocablo “influencia” -como se lo usa en las historias de la literatura, de la música, de la pintura- es una manera diplomática de llamar al “robo”. Si algo ya está escrito, si estoy de acuerdo con lo que he leído, haré la recomendación del texto que leí, pero no lo vuelvo a escribir.

-¿Por qué ha publicado tan poco en relación con lo que ha escrito?
- Aunque he publicado una parte muy reducida de lo que he escrito, son más de diez libros. No es fácil publicar en Chile. Pregúntele esto a cualquier escritor chileno. Muy conocido el ejemplo de Gabriela Mistral, cuyo primer libro fue publicado en Estados Unidos; el segundo y el tercero en Buenos Aires y México. Para publicar Crepusculario, Neruda recibió, ayuda económica de Alone, lo que revela que la editorial le cobró.

Después de que Arturo Soria, el editor de Cruz del Sur, regresó a España, no encontré editor. Y yo no estaba en condiciones de pagar para que ciertas editoriales me publicaran. Desde los diecisiete años de edad he comido de mi bolsillo. Mi padre, un trabajador inagotable de maravillosa responsabilidad, no logró éxito en lo económico; yo tuve que colaborar con él, con felicidad, para sostener a los míos. No necesito contarle a usted anécdotas de las puertas cerradas que he encontrado en Santiago para publicar.

-¿Se sintió cómodo alguna vez en Chile?
-Chile es igual a Francia, a España, a Estados Unidos: sacamos la fachada y la gente tiene el mismo comportamiento: de vez en cuando -yo diría de vez en cuandísimo-, entusiasmo y buena voluntad, y, a menudo, indiferencia. Me he sentido cómodo en mi país de la misma manera que en Nueva York o en París. ¿Se puede estar cómodo en alguna parte? Me siento bien cuando estoy con gente que quiero y me quiere: eso no tiene nada que ver con el lugar.

-¿Qué cosas lo siguen uniendo a Chile?
-Es lo mismo que si, en cierto modo, me preguntaran -aunque estoy exagerando-: ¿qué cosas lo siguen uniendo a su madre y a su padre? Incluso si Chile desapareciera, yo sigo unido a Chile. Es el lugar donde nací. La cuadra donde viví es otra -hay nuevos edificios-, pero, en mí, se alzan las casas de los cuatrocientos, los impares, de Echaurren. Para bien y para mal, soy chileno.

-¿Qué opina de las nuevas generaciones poéticas chilenas?
-La poesía es un fenómeno de la Tierra. La poesía chilena es poesía cuando, además de chilena, es poesía.

-¿Qué está preparando actualmente?
- País Más Allá es un libro que he estado escribiendo toda mi vida. No es el único libro que he trabajado de esta manera. Todos mis libros los arrastro prácticamente desde que tomé conciencia de mi vocación.

Una de las primeras cosas que reflexioné fue la razón de crecer. ¿Por qué mi cuerpo debe desgastarse para que mi mente se abra? Progresivo cierre del ciclo vital, para progre-siva apertura del ciclo mental. Hay que pagar con la muerte el precio de crecer.

¿Y cuál es la razón de recordar? Cada día cargamos el cadáver del día anterior. Cada día experimentamos este país: la propia interioridad ya está lejos. Nuestro hoy será mañana un paisaje inalcanzable. Cada instante se aleja infinitamente de uno mismo, y sólo podemos mantenerlo por una relativa memoria. Lo que llamamos presente es el más inmediato pasado: cuando uno lo constata como presente, ya es pasado. E, inevitablemente, va a llegar un día en que, para cada uno de nosotros, el haber participado de la existencia será haber habitado un país que está más allá de nosotros.

No sólo he querido expresar esto a través del libro. Me propuse expresar cuál es la razón de que sea así para mí. Este libro lo he llevado como mi carne y mis huesos.

-¿Quién debiera ganar el Premio Nacional de Literatura este año?
-Considero que Armando Uribe Arce lo merece por su obra y porque, a través de ella, nos muestra verdadera conciencia ética. Y en el ser “humano”, la conciencia ética es muy escasa.

González Iñárritu habla del último capítulo de su trilogía
Perdidos en “Babel”
El 18 de enero se estrena en Chile la nueva cinta del director de “Amores perros” y “21 gramos”. Nominada a siete Globos de Oro y nombre fijo para los Oscar, acá el creador de este drama coral de proporciones bíblicas explica por qué eligió a Brad Pitt para protagonizar su locura más grande.
Nación Domingo

Por Franco Fasola / Emilio Leighton

En un desértico paraje marroquí, un pastor de ovejas compra un rifle y se lo da a sus hijos, Yussef y Ahmed, para que protejan el rebaño de los chacales. Los niños quieren probar el alcance del arma y juegan a apuntar hacia un bus de turistas que recorre un lejano sendero. En una casa de California, Amelia, una nana mexicana (Adriana Barraza), cuida a los hijos de una pareja que precisamente viaja en ese bus por Marruecos.
Sin permiso de los padres y luego de escuchar a su sobrino Santiago (Gael García Bernal), la mujer decide llevar a los niños al matrimonio de su hijo, por celebrarse en Tijuana. En Marruecos, la pareja de turistas norteamericanos Richard y Susan (Brad Pitt y Cate Blanchett) viajan algo peleados y distanciados por el desierto. Susan, con los ojos perdidos a través del vidrio del bus, recibe un balazo loco en el hombro.
Al otro lado del mundo, una adolescente sordomuda llamada Chieko pierde el control y hace que su equipo sea derrotado en un partido de volleyball en Tokio. Luego de discutir con su padre, en un restaurante se quita los calzones y muestra su vagina a los jóvenes de la mesa contigua. Hace poco tiempo que su padre dejó de viajar al desierto marroquí para cazar y su madre suicida ya no está.
El rifle. Una arma regalada por un japonés a un humilde guía en el desierto marroquí. Un pequeño y agradecido acto que desencadena un tsunami. El efecto mariposa. La estúpida incomunicación de las criaturas más avanzadas del reino animal.
Un juego de niños que se convierte en incidente internacional. La noticia vuela por radio y televisión. Terroristas musulmanes han asesinado a una turista norteamericana. Una inmigrante ilegal mexicana ha secuestrado a unos niños estadounidenses. Un japonés es buscado por la policía por tráfico de armas.

MIL LENGUAS INÚTILES
“Babel”, la última película de “el negro” Alejandro Gonzalez Iñárritu, es una patada en los testículos a la conciencia globalizada incapaz de dialogar, igual que la maldición bíblica de la Torre de Babel, la famosa construcción mencionada en el Génesis, con la cual los hombres querían llegar al cielo. Pero Yahveh hizo que los creadores comenzasen a hablar diferentes lenguas; luego, reinó la confusión y el caos.
González Iñárritu es un mexicano de 43 años que comenzó hace 20 su carrera en el mundo del espectáculo, trabajando como DJ en una radio donde tenía un programa de música de tres horas. Luego de años tratando de acercarse al mundo del cine, hizo su debut con las historias paralelas que unen lo que aparentemente no lo está. “Amores perros” y “21 gramos”, impresionantes ensayos con un gran telón de fondo: humanos esclavos de sus circunstancias, sometidos hasta el paroxismo a la teoría de la causalidad, al dolor, al libre albedrío y a los vacíos morales.
Ganador con “Babel” de la última versión del Festival de Cannes como mejor director, ahora González Iñárritu posa en alfombras rojas junto a Brad Pitt y Cate Blanchett, e intenta explicar lo que muchas veces parece inexplicable. El escritor Carlos Fuentes, que estuvo junto a Iñárritu en España presentando un libro, trata de ayudar un poco. Luego de ver “Babel”, Fuentes alega: “Salí con la impresión de que habíamos visto la gran película de la globalización, algo que nadie había hecho”.
La tarea parecía imposible. Un director intentando dirigir cuatro historias paralelas en tres continentes: en la frontera de México y Estados Unidos, Japón y Marruecos. Un elenco que sólo se conoció sobre la alfombra roja. Una cinta con más de dos mil cortes, filmada en formatos diferentes. Marruecos, en 16 milímetros; México, en 35; Japón, con lente anamórfico.
La vorágine la cierra la música del argentino Gustavo Santaolalla, quien no permitió grietas en esta historia que parecía desbordarse. La sinfonía quedaba sellada con el oud, un instrumento africano de cuerdas, que transitaba a una guitarra flamenca, a las rancheras mexicanas y al poderoso koto japonés.
Seis formas de comunicación diferentes rondaban la cabeza de Iñárritu durante la filmación: lenguaje de signos, el bereber, árabe, inglés, español y japonés. “Dirigir actores siempre es difícil. Dirigir actores en otro idioma que no es el tuyo es más difícil; pero dirigir ‘no actores’ en un lenguaje que no entiendes ni hablas, es una locura. La locura más grande que he hecho en mi vida ha sido meterme en ‘Babel’. La verdad es que esta película ha sido la idea más irresponsable que he tenido, pero también la más gratificante”, cuenta a LCD.

BARRERAS METAFÍSICAS
“Es la misma historia que conté en ‘Amores perros’ y ‘21 gramos’. Todas tratan de las barreras, pero no las físicas, sino las que están dentro de nosotros, que son las más peligrosas porque nos impiden tener la capacidad de escuchar a los otros, de hacernos oír a nosotros mismos”.
Alejandro González ya no está posando ante las cámaras ni recibiendo elogios por “Babel”. Está sentado en un locutorio de una radio. Conduce un programa que escuchan en toda Ciudad de México. La odisea radial se transforma en plataforma para hacerse cargo de la producción publicitaria de Televisa, la cadena de televisión más grande de México. En el intertanto crea su propia casa de producción cinamatográfica, Zeta Films, y luego viaja, en 1992, a Estados Unidos a estudiar dirección de cine en Maine, junto a Ludwig Margules, y en Los Ángeles con Judith Weston.
“El haber salido de México me dio la oportunidad de arriesgar mi vida de confort, de ser vulnerable. Esa conciencia de inmigrante te genera muchas ansiedades, te dispara muchas preguntas, y me ha dado una gran perspectiva de mi país y de mí”, cuenta.
Brad Pitt llora de impotencia ante un teléfono, completamente desolado e incomunicado en un hospital de Marruecos. Su esposa está siendo salvada de la muerte y la prensa internacional espera la carroña. Sus hijos están perdidos en la tenebrosa frontera mexicano-estadounidense.
Muchos de sus compañeros incluso postulan a Pitt al Oscar por su actuación, en la que se transformó en un demacrado y desesperado marido. Irreconocible para millones de fans que adoran sus pectorales y cara de niño grande. Iñárritu explica que eligió a Pitt para el papel porque “me gustaba la situación extrema de colocar a una celebridad así en un papel más dentro de una película coral. Es tan carismático... tiene el poder de las estrellas. Es un símbolo de la sociedad estadounidense, y pensé que tenía sentido colocarlo como un ser humano”.
Pero en “Babel” también están las potentes actuaciones de sus compatriotas Gael García Bernal y Adriana Barraza, sobrino y tía, respectivamente, que terminan escapando de la policía fronteriza norteamericana con los dos pequeños hijos de Pitt.
El vuelo de una mariposa en Perú puede provocar un maremoto en Japón. El mérito, al igual que en “Amores perros” y “21 gramos”, es de la dupla de González Iñárritu con el escritor y guionista Guillermo Arriaga, con quien trabajó por última vez en “Babel”.
“Para mí, el único método para entender la realidad de alguien es entender las realidades paralelas que han estado coexistiendo con la realidad de esa persona. La única manera de entender a un narcotraficante colombiano es encontrar cuáles son las realidades que definen a esa persona y qué ha ocurrido en su vida para llevarle a hacer lo que hace”.
“El negro” Iñárritu sube y baja de aviones tratando de explicar lo inexplicable. Ya no está en el locutorio contando historias. Ahora es la vedette latina de Hollywood, y la luz roja de la caseta se prende para hablarle en todas las lenguas al ser humano.

Thursday, January 04, 2007


Me sorprendes, Mendes
El músico habla de su trabajo con el mentor de Black Eyed Peas



Vive en Los Ángeles y hacía ocho años que no grababa una canción. Es el “garoto” que más discos ha vendido en el mundo, acaba de mezclar sus incombustibles melodías con las del taquillero Will I.AM. “Timeless” es un compendio de samba-pop, bossa nova y hip-hop que mueve masas y que a Sergio Mendes le encantaría presentar en Chile.

Por Franco Fasola

Will I.AM rapea desaforado “That heat” y alguien que parece un abuelito toca tranquilamente un piano blanco. Para muchos incautos, la mezcla puede parecer extraña. ¿Qué hace el cool líder de Black Eyed Peas con un brasileño que podría ser su tata y que se llama Sergio Mendes?

Lo cierto es que el viejo ha vendido más discos que Will I.AM y es el discípulo adelantado de Tom Jobim. Sergio Mendes (65) es una leyenda viva. Es uno de los hombres fuertes de la bossa nova desde la época de Bossa Río y Brasil 66, y su tema “Mais que nada” es una especie de postal musical para su tierra natal.

En 1964, Mendes se radicó en Los Ángeles y pavimentó una carrera con más de 35 álbumes. Según se cuenta, en 1971 fue uno de los primeros de la ciudad en tener un estudio de grabación en su casa. Como una de las cuantas cosas extrañas que le han pasado en la vida, Mendes, por recomendación de un amigo, contrató a un carpintero para construir su joyita. “Llegó a casa con el pelo larguísimo, barba, el pantalón roto”. El carpintero era Harrison Ford.

ABUELO EN FANTASILANDIA

Desde el Principado de Mónaco, donde es el chiche, al igual que en todos los festivales de jazz de Europa, donde se está presentando en el verano boreal, Sergio Mendes (Niteroi, 1941) contesta el teléfono en perfecto español para hablar de “Timeless”, su resurrección musical de la mano de un hip-hop que le rinde honores.

Hace un par de años, en una fría tarde de invierno, Mendes recibió a Will I.AM, mentor de los exitosos Black Eyed Pies, para hablar de música y colaboraciones. Sus hijos, de 12 y 19 años, conocían de memoria el trabajo de los hip-hoperos. Will, fanático de Mendes desde los 16 años, para Sergio era un completo desconocido: “Me llamaron de A&M Discos, la compañía de Will y Black Eyed Peas, y me dijeron que él me quería conocer, y si podía venir a mi casa. Llegó con mis viejos discos de vinilo y me dijo que mi música había tenido una gran influencia en su vida. Después me invitó a participar de su disco ‘Elephunk’ (2003), donde toqué y se me ocurrió trabajar junto a él.

Ese mismo día, Mendes y Will, tal como un niño saca a pasear a su abuelo a Fantasilandia, se pusieron de acuerdo para grabar “Insensatez” a dúo para el debut de los autores de “Pump it”.

CANCIONES UNIVERSALES

Luego de la fructífera colaboración, Mendes decidió desempolvar su increíble currículo y volvió a reclutar a Will I.AM para jugar a mezclar los beats en clave rapera con sus pegajosas e inolvidables, para los que tienen más de 50, melodías. “Timeless” fue el resultado de ese cruce generacional entre dos hombres de diferentes épocas que lo único que han pretendido es hacer que las plantas de los pies le piquen a quien los escucha. “Will conocía mi música a fondo y tenía gran admiración por mis discos. El punto común es la melodía, las canciones y la música”.

En “Timeless”, Mendes va al rescate de gente como Baden Powell, Vinicius de Moraes y Chico Buarque, y los condimenta con colaboraciones de Steve Wonder, India.arie, Justin Timberlake, Eryka Badu y The Rots y John Legend, además de promesas cariocas como Marcelo D2, el Quarteto Mahogani y Guinga. “Fue fantástico trabajar con ellos. Fueron buenas tantas colaboraciones, porque son canciones casi universales. Y ellos son a una nueva generación de grandes músicos”.

–¿Cómo te sientes haciendo bailar ahora a los jóvenes del siglo XXI?

–Muy bien. Me da mucha alegría. Aquí en Europa la gente baila toda la noche con mi música. La gira termina en julio y a fin de año pensamos pasar por América Latina, a ver si vamos a Chile, tengo muchas ganas, pero todavía no me han invitado.

–¿El futuro de la música va por la fusión de ritmos, como en “Timeless”?

–“Timeless” es un encuentro de los clásicos de la bossa nova, de la música brasileña, con el universo del hip-hop y el R&B. Para mí, lo más importante son las melodías y los ritmos. La gente siempre necesita una canción.

Hace 15 años salió al mercado “Nevermind"
Todavía huele a espíritu adolescente
Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic eran unos completos desconocidos hasta que los rugidos de “Smells like teen spirit” se convirtieron en himno generacional, lápida del pop meloso de los ’80 y banda sonora de la primera guerra del Golfo. Los “Diarios” de Cobain, más la película “Last days” y el DVD “Live! Tonight! Sold out!” son las velas de esta fiesta.

Por Franco Fasola
“La gloria es una de las peores cosas que me han sucedido. No hay nada más terrible que un montón de personas excitadas y temblorosas abalanzándose sobre ti y hablándote como si fueras una puta”. Kurt Cobain
Algunos piensan que en la historia del rock, después de Nirvana no hay nada. Un 24 de septiembre de 1991 apareció en disquerías “Nevermind”. Mientras, la archimanoseada “Smells like teen spirit” explotaba al ritmo de tres flacuchos vestidos como leñadores.
Han pasado 15 años desde que Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic terminaron con el reinado de Michael Jackson y le pusieron banda sonora a la generación que miraba desde los televisores de sus casas la primera guerra del golfo Pérsico. Las palabras “grunge” y “alternativo” ahora tenían rostro y le daban una patada en los testículos al glam rock de Bon Jovi o Poison, tan de moda por la época.
Tal fue el estallido, que en menos de seis meses “Nevermind” ya tenía más de 12 millones de copias vendidas.
Aunque ese año aparecieron discos tan buenos como “Nevermind”, muy pocos lo alcanzaron a notar. “Blue lines”, de Massive Attack; “Achtung baby”, de U2; “Out of time”, de Rem; además de trabajos de Red Hot Chili Peppers, Metallica y Pearl Jam, quedaron en segundo plano. Como muchos han dicho, Nirvana no inventó la pólvora, pero apretó el gatillo.
En una entrevista inédita realizada poco antes de la edición de “In utero”, su tercer y último disco de estudio y publicada en la revista “Los Inrockuptibles”, Cobain trata de explicar la total incomprensión que sufrió su famoso himno generacional “Smells like teen spirit”. “Con respecto a todos los que compraron ‘Nevermind’, no sé quiénes son, por quién votan, ni cómo piensan. Algunos deben golpear a su mujer, otros deben abandonar a sus perros cuando se mudan ¿Tenemos algún punto en común con esa gente? Seguramente escucharon ‘Smell like teen spirit’, pero sólo porque la pasaron por la radio. Los que compran la música que pasan en MTV son chicos que van al colegio o a la universidad. Sólo que no comprendieron que el mensaje era para ellos mismos, que era un ataque contra el espíritu joven y no una celebración. Tengo que atenerme a una evidencia: el público masivo no entendió a Nirvana”.
APLASTADO POR LA FAMA
A esas alturas el grupo de Seattle no paraba de tocar alrededor del mundo, y se negaba a incluir en sus conciertos la canción que todos esperaban escuchar. Cobain se había convertido en padre de una niña y esposo de Courtney Love: una versión demoníaca, posmoderna y drogadicta de Yoko Ono. “El grupo se había convertido en un monstruo y ya no podíamos controlarlo”, decía este guitarrista zurdo e hipersensible que odiaba el modelo de vida del hombre blanco norteamericano, y que estaba lleno de los fantasmas de las burlas en el instituto, cuando se acostó con una joven que tenía un cierto retardo mental.
“Estoy aterrorizado por el ridículo. Uso pedazos de las personalidades de los demás para formar la mía. (...) Todo es por mi falta de educación, por mi falta de inspiración, por mi cobarde búsqueda de afecto y mi rutinaria vergüenza hacia muchos de los que tienen mi edad. Sólo es una montaña de mierda como yo”, dice en sus “Diarios” (Random House-Mondadori), libro aún sin fecha de publicación en Chile.
Entre las drogas, la presión por una carrera que había comenzado explotándole en la cara y contradicciones tan profundas como “somos infiltrados en las mecánicas del imperio para pudrirlo lentamente desde dentro” y “es imposible ser subversivo en el mundo comercial. Te crucificarán. No puedes salirte con la tuya. Nosotros lo intentamos y casi acabamos en la ruina por ello”, hicieron que Cobain se fuera desvaneciendo como un volantín en medio de una tormenta.
A 15 años de la aparición del último ídolo del rock and roll, el mismo mercado que se convirtió en una de sus causas de muerte, lo vuelve a resucitar y prepara una gran torta de cumpleaños a su último mártir. Hace algunos meses, Courtney vendió el 25% del catálogo de Nirvana. Bono, de U2, fue uno de los que se lo quería llevar. El registro “Live! Tonight! Sold out!” pasará a formato DVD en noviembre, y en “Last days”, el director Gus van Sant preparó su versión de los últimos y extraños días de Cobain antes de su suicidio, en abril de 1994.