Thursday, January 04, 2007


Hace 15 años salió al mercado “Nevermind"
Todavía huele a espíritu adolescente
Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic eran unos completos desconocidos hasta que los rugidos de “Smells like teen spirit” se convirtieron en himno generacional, lápida del pop meloso de los ’80 y banda sonora de la primera guerra del Golfo. Los “Diarios” de Cobain, más la película “Last days” y el DVD “Live! Tonight! Sold out!” son las velas de esta fiesta.

Por Franco Fasola
“La gloria es una de las peores cosas que me han sucedido. No hay nada más terrible que un montón de personas excitadas y temblorosas abalanzándose sobre ti y hablándote como si fueras una puta”. Kurt Cobain
Algunos piensan que en la historia del rock, después de Nirvana no hay nada. Un 24 de septiembre de 1991 apareció en disquerías “Nevermind”. Mientras, la archimanoseada “Smells like teen spirit” explotaba al ritmo de tres flacuchos vestidos como leñadores.
Han pasado 15 años desde que Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic terminaron con el reinado de Michael Jackson y le pusieron banda sonora a la generación que miraba desde los televisores de sus casas la primera guerra del golfo Pérsico. Las palabras “grunge” y “alternativo” ahora tenían rostro y le daban una patada en los testículos al glam rock de Bon Jovi o Poison, tan de moda por la época.
Tal fue el estallido, que en menos de seis meses “Nevermind” ya tenía más de 12 millones de copias vendidas.
Aunque ese año aparecieron discos tan buenos como “Nevermind”, muy pocos lo alcanzaron a notar. “Blue lines”, de Massive Attack; “Achtung baby”, de U2; “Out of time”, de Rem; además de trabajos de Red Hot Chili Peppers, Metallica y Pearl Jam, quedaron en segundo plano. Como muchos han dicho, Nirvana no inventó la pólvora, pero apretó el gatillo.
En una entrevista inédita realizada poco antes de la edición de “In utero”, su tercer y último disco de estudio y publicada en la revista “Los Inrockuptibles”, Cobain trata de explicar la total incomprensión que sufrió su famoso himno generacional “Smells like teen spirit”. “Con respecto a todos los que compraron ‘Nevermind’, no sé quiénes son, por quién votan, ni cómo piensan. Algunos deben golpear a su mujer, otros deben abandonar a sus perros cuando se mudan ¿Tenemos algún punto en común con esa gente? Seguramente escucharon ‘Smell like teen spirit’, pero sólo porque la pasaron por la radio. Los que compran la música que pasan en MTV son chicos que van al colegio o a la universidad. Sólo que no comprendieron que el mensaje era para ellos mismos, que era un ataque contra el espíritu joven y no una celebración. Tengo que atenerme a una evidencia: el público masivo no entendió a Nirvana”.
APLASTADO POR LA FAMA
A esas alturas el grupo de Seattle no paraba de tocar alrededor del mundo, y se negaba a incluir en sus conciertos la canción que todos esperaban escuchar. Cobain se había convertido en padre de una niña y esposo de Courtney Love: una versión demoníaca, posmoderna y drogadicta de Yoko Ono. “El grupo se había convertido en un monstruo y ya no podíamos controlarlo”, decía este guitarrista zurdo e hipersensible que odiaba el modelo de vida del hombre blanco norteamericano, y que estaba lleno de los fantasmas de las burlas en el instituto, cuando se acostó con una joven que tenía un cierto retardo mental.
“Estoy aterrorizado por el ridículo. Uso pedazos de las personalidades de los demás para formar la mía. (...) Todo es por mi falta de educación, por mi falta de inspiración, por mi cobarde búsqueda de afecto y mi rutinaria vergüenza hacia muchos de los que tienen mi edad. Sólo es una montaña de mierda como yo”, dice en sus “Diarios” (Random House-Mondadori), libro aún sin fecha de publicación en Chile.
Entre las drogas, la presión por una carrera que había comenzado explotándole en la cara y contradicciones tan profundas como “somos infiltrados en las mecánicas del imperio para pudrirlo lentamente desde dentro” y “es imposible ser subversivo en el mundo comercial. Te crucificarán. No puedes salirte con la tuya. Nosotros lo intentamos y casi acabamos en la ruina por ello”, hicieron que Cobain se fuera desvaneciendo como un volantín en medio de una tormenta.
A 15 años de la aparición del último ídolo del rock and roll, el mismo mercado que se convirtió en una de sus causas de muerte, lo vuelve a resucitar y prepara una gran torta de cumpleaños a su último mártir. Hace algunos meses, Courtney vendió el 25% del catálogo de Nirvana. Bono, de U2, fue uno de los que se lo quería llevar. El registro “Live! Tonight! Sold out!” pasará a formato DVD en noviembre, y en “Last days”, el director Gus van Sant preparó su versión de los últimos y extraños días de Cobain antes de su suicidio, en abril de 1994.

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